lunes, noviembre 10, 2008

1. Ajustar sus fines a sus medios

Observa la situación desapasionadamente y con lógica. Quien es mas fuerte: tu o el enemigo?. Si el balance de las fuerzas es tal que no tienes esperanzas realistas de aplastar las fuerzas contrarias, entonces es locura intentarlo. Se puede concentrar tu fuerza en contra de la debilidad del enemigo, sin embargo podría crear una situación desequilibrada en la que se tiene excelentes probabilidades de aplastar una pequeña, pero fundamental parte de la fuerza del enemigo. Si no está lo suficientemente fuerte como para tener toda la ciudad, captura un objetivo o destruye el puente de la cual depende para los suministros. Si no está lo suficientemente fuerte como para atacar, busque formas de inducir al enemigo que ataque en condiciones que son favorables para usted. Si tienen la suerte de tener una fuerza abrumadora, utilice todo para lograr el mejor resultado. No se frene, y no muerda más de lo que puede masticar. Esta máxima tiene un componente físico y moral. Luchar cuando hay pocas posibilidades de éxito no sólo aumenta las pérdidas del ejército, sino que también alimenta un sentimiento de inutilidad y de derrota en sus soldados, lo que reduce su eficacia en todos los niveles para el futuro.

capítulo XIX y XX del libro: “Strategy” Second Revised
Edition de B. H. Liddell Hart. Meridian 1954.

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